martes, 7 de octubre de 2014

El navío de la vida




Un escritor ingles del siglo pasado cuenta en una de sus obras que en la playa cerca de su casa podía ser vista con frecuencia un suceso muy interesante: un navío lanzando su ancla en el mar enfurecido….
Difícilmente existe una cosa más interesante o sugestiva que esta… el navío danza sobre las olas y parece estar a la merced de su poder… el viento y el agua se combinan y hacen que el navío se vea como su juguete… parece que va a haber destrucción, pues si el navío fuera lanzado sobre las rocas, su casco sería despedazado…
Pero observamos que el navío se mantiene impasible en su posición… aunque a primera vista nos parece un juguetito desamparado a merced de los elementos, el navío no es vencido… ¿cuál es su secreto…? ¿cómo puede resistir las fuerzas de la naturaleza con tanta tranquilidad…?
El secreto es muy sencillo: ¡el navío está anclado..!!! La cuerda a la cual está amarrado no depende de las aguas ni de cualquier otra cosa que fluctúe dentro de ellas… sino que las atraviesa y está firmemente sujeta al fondo del mar… no importa cuán fuerte sople el viento o cuán altas sean las olas… su seguridad depende del ancla que está fija en el fondo del océano…
Muchas veces nosotros también nos sentimos en el medio de una tormenta, siendo tirados por las olas de la vida para arriba y para abajo… y azotados por el viento inclemente de la adversidad… y nos parece que no conseguiremos sobrevivir a determinados períodos de nuestras vidas…
Sin una vida espiritual, nuestra vida es como un navío sin ancla, sacudido por el mar enfurecido de las circunstancias incontrolables de la vida… mas, cuando confiamos en Dios… nuestra fe actúa como el ancla que nos sostiene… manteniendo la seguridad de que nada ni nadie podrá separaros de su Amor…

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